- Advertencia: este texto no tiene nada que ver con el titulo, solo me gusto su sonoridad
¡Hola cumpas!
Soy una artista visual a la que le encanta experimentar el arte en todas sus formas. Me considero una estudiante activa. Soy autodidacta y he instrumentalizado la academia para mis conocimientos, pero no me gradué en ninguna carrera. Eso sí, tengo una tecnicatura en mecánica de precisión.
Por mucho tiempo fui nómada, una experiencia que ha moldeado profundamente mi personalidad, sensibilidades y mi manera de entender el mundo. En mi camino, me he movilizado principalmente en causas como el anarquismo, el transfeminismo, la lucha por los derechos de los animales-no humanes, la soberanía de los pueblos originarios, la defensa de los derechos migrantes y la lucha contra las desigualdades raciales. Durante mi vida itinerante, el arte se convirtió en una herramienta fundamental para conectar con personas afines a mis principios, permitiéndome entrelazarme con diversas realidades y construir vínculos significativos.
Soy usuaria de software libre y de código abierto, y siempre intento promover su uso. Llegué tarde a ser usuaria de Android por decisión personal. Hacia el 2019, como parte de un pago por una animación, me ofrecieron un móvil y terminé aceptándolo. Tras usarlo por un tiempo, aquella intuición que tenía se convirtió en una certeza. Y creo que aquí no hace falta extenderme demasiado, pues muchas de las que están acá seguramente saben a lo que me refiero: cómo este pequeño dispositivo se ha convertido en una herramienta de dominación, que atenta contra las personas, la soberanía de los pueblos y la libertad informática.
Así fue como terminé usando LineageOS, un correo anarko, un cliente XMPP, una app de radios y nada más. Esto, inevitablemente, me llevó a estar bastante desconectada, especialmente durante la pandemia. Ya había escuchado antes sobre el Fediverso, pero solo lo conocía de manera conceptual. Hace unos días, empecé a profundizar en sus posibilidades y herramientas, y la verdad es que ha sido un respiro: como el internet de antes, cuando todo era campo abierto y no estaba cercado por las grandes compañías, pero ahora potenciado con nuevas tecnologías y el conocimiento de mucha gente que, con dedicación y esfuerzo, hace que todo esto sea posible.
Creo que la condición animal-humane ha alcanzado un punto de inflexión, un momento en el que el internet y la tecnología ya no son solo herramientas externas, sino que forman parte intrínseca de nosotres: de cómo percibimos el mundo, de nuestras formas de expresión, de nuestras relaciones, de cómo habitamos nuestra existencia e incluso de cómo hacemos política. Por eso, considero que este es un campo de lucha crucial en la actualidad. Necesitamos recuperar ese territorio virtual, transformándolo en un espacio creado por y para las personas, un lugar donde podamos conectar, apoyarnos mutuamente y nutrirnos de conocimiento colectivo. 
Esta búsqueda es la que me ha traído hasta aquí. Espero poder aportar con mi trabajo, experiencia y conocimientos en lo que sea posible. Y si es necesario formarme en algo específico para contribuir, estoy más que dispuesta a hacerlo.
Les deseo noches con cielos oscuros y estrellados. 
¡Nos leemos!
