El ojo de Mordor y la locura del anillo que hizo de Sméagol un síntoma regurgitante… El rostro del Gran Hermano y la censura, el condicionamiento voluntario… Liberarse hoy del fetiche virtual que generan esos ojos, esos rostros alienantes que son las corporaciones que estructuran el poder de las comunicaciones; que desean erguirse materialmente como todo lo posible y que generan síntomas golumiantes de la voluntad, el cariño, las relaciones entre la gente…
Emanciparse de las empresas privativas que controlan y vigilan a las masas es descentralizar el poder de la industria cultural y concebirnos como no centralizadas ni centralizantes. Es la sabiduría de ser propietaria de tus propias obras y fomentar otras maneras de hacer que beneficien a todas y no solo a unas pocas. Es utilizar nuestras propias herramientas del Fediverso como desatadura y crítica; como disolución del servicio voluntario a las corporaciones por un lado y concreción comunitaria por el otro. Es cultura libre, es la clave (la llave, la contraseña) para otro mundo posible: uno basado en el apoyo mutuo; y no la mierda que hemos heredado…
Anartist es el proyectil que se lanza contra la metafísica de las acciones corporativas como origen y sentido únicos que moldean identidades en el trato social de las usuarias con potencia artística. Anartist es virtualizado proyectil porque lanza hacia delante la federación de todos los pequeños esfuerzos en un objetivo que no descansa en una sola o en unas cuantas. Proyectar es transformar. Es vivir sintiéndote vivo. Es sentir la libertad que nos han prohibido. Es ser proyectiles de nuestro propio devenir siendo devenir de conexiones entre gente, entre afecciones, entre artes desanudadas, abiertas.
Anartist es un proyectil como potencia y devenir de la Red y del arte que se hace deseo. Anartist des-homogeneizante. Des-igual. Des-proporcionado. Des-ligado. Des-centrado. Con-federado. Con-sciente. Con-cordante. Con-structivo. Es una desviación, es una terceridad a lo binario totalizante. Un tercer espacio, un signo de-signado, un riesgo enfrutante.
Yo he vuelto a leer el texto y me ha parecido que por la manera de escribir poética no logra transmitir el mensaje, que hace que quien lee se pierda entre las frases.
Es la sensación que me ha dau, y también a un amigo que lo ha leído. Qué os parece a vosotras?
A pues mira, no lo había pensau, pero genial así. Es verdad que es cosa de mis ideas, que pa mí un manifiesto debe ser conciso y recto, por eso no me cuadraba como tal
Por mí perfecto que lo compartamos como “reflexión”
No me dará tiempo a traducirlo al euskera, osake a difundirlo en los demás idiomas
¿Y si le llamamos Poética Anartista, ya que la noción de manifiesto es diversa y la de reflexión, por otro lado, puede estar más del lado de ideas de carácter argumentativo?