Estoy muy impactado por estas dos entrevistas de Varoufakis. En su nuevo libro desarrolla la idea de Tecnofeudalimo. Es un término que ya había escuchado antes, pero no le había puesto tanta atención como a “turbocapitalismo” o “aceleracionismo”. Creo que da en el clavo de muchos aspectos que preocupan por aquí (pienso especialmente en Kapis, Blankfosk y Titi).
Tengo a medias un artículo titulado “Tres Éticas (posibles) de Permacultura Digital” pero como me pasa siempre, quiero abarcar demasiado y si no lo acoto acabará siendo un libro inacabado en vez de un pequeño ensayo periodístico.
Os dejo un fragmento del borrador.
Dicho esto, ¿podemos trasladar el término a otros ámbitos del diseño, tal y como lo entendemos en Occidente, como disciplina profesional? Sí, siempre que integremos previamente que el ser humano no es un ente viable sin el insumo que proporciona la agricultura. Pero tampoco sin la coexistencia con el resto de seres no-humanos (microbiota) que conforman ese holobionte al que llamamos cuerpo (y que determinan nuestra salud). O sin las relaciones de cuidados entre cuerpos, que se derivan del trabajo necesariamente coordinado de proveerse de alimentos, de reproducirse, crecer y mantenerse vivos biológicamente hablando.
(…) Por otro lado, Permacultura Digital no es permacultura “virtual”. No es una versión avatarizada de prácticas permaculturales “analógicas”. Proponer eso, como si las personas pudiesen habitar metaversos desmaterializados, nos llevaría a planteamientos transhumanistas que chocan con el principio ecofeminista de la corresponsabilidad en el cuidado de los cuerpos (citado en el párrafo anterior). Si Permacultura no es una forma de hacer huerto, la Permacultura Digital aún menos una app de cestas ecológicas a domicilio. Pero el riesgo de otra confusión terminológica no es menor, ya que la e-Metáfora del “ciberespacio” como lugar espejo del mundo físico (el e-mail como correo postal, la “nube” como éter de datos…) está más que integrada en el subconsciente colectivo.
(.…)
Como primer ejercicio mental, tratemos de atribuir las Tres Éticas de la Permacultura a nuestras prácticas digitales. La Permacultura nos propone tres principios éticos: Cuidado de la Tierra, Cuidado de las Personas y Compartir los Recursos. Haciendo una simple traslación de conceptos, las Tres Éticas de la Permacultura Digital podrían ser: Sustentar la Infraestructura y el Código, Cuidar las Conexiones Humanas y la Ética P2P.
(…)
Estos principios deberían ser directrices para el “consumo responsable de tecnología”, para construir “comunidades digitales saludables”, para “escapar del Capitalismo de Vigilancia” o para diseñar “herramientas justas y libres”, pero no explican cómo hacer todo esto de forma concreta. Estos temas son muy importantes para las diseñadoras y para las usuarias de tecnología, y forman parte del todo que visualizamos, pero son insuficientes y las soluciones siempre nos llegan fragmentadas. Queremos abordar algo más profundo sin lo cual nos será imposible lograr lo anterior de forma holística. Debemos impugnar un concepto motor del Capitalismo Cognitivo: La idea de innovación. Si aspiramos a ciclos casi-permanentes en lo digital, debemos sustituir el sentido lineal de nuestro marco temporal por uno circular y cíclico, más parecido a la realidad del planeta y al de las sociedades que nos precedieron. El hardware, el software y la práctica social digital, también deberían poder crecer e involucionar, y de adaptarse al medio, como una respiración, como las estaciones, a conveniencia.