Hola,
Quería compartir con la comunidad algunas reflexiones personales sobre Anartist.
Me uní al proyecto hará unos dos años al conocer a @capmission y @lapastora, sus impulsores iniciales. Entonces el proyecto constaba de pocas usuarias y menos servicios de los que ofrecemos hoy. La comunidad era joven y teníamos motivación y ganas de avanzar y definirnos colectivamente. Qué servicios ofrecer, cómo organizarnos, participar, etc. Para mí era una gran oportunidad de crear una comunidad fuerte y activa de artistas donde lo digital potenciara lo físico a la vez de conseguir proveernos y gestionar colectivamente nuestros servicios digitales en la nube. Muchos proyectos descansan sobre una persona (o pocas) para administrar todos los servicios y eso me parece un gran error si se quiere tener soberanía colectiva y servicios estables a lo largo del tiempo. Esto último me parece de enorme relevancia en el Fediverso y uno de sus mayores retos, puesto que muchos nodos son inestables y desaparecen al poco tiempo, dejando huérfanas a sus usuarias. Es difícil de conseguir si sólo lo administra una persona; esta puede quemarse (la adminstración y mantenimiento de sistemas es invisibilizada muchas veces) o sus circumstancias vitales pueden legítimamente cambiar (especialmente si lo hace de forma no remunerada).
¿Cuál es la situación actual de Anartist? Lamentablemente, la verdad es que Anartist no ha alcanzado los objetivos que he mencionado previamente (evidentemente, estos eran mis objetivos y es mi opinión). Empezamos con ganas y empuje, pero con el tiempo la gente que estaba más implicada ha ido distanciándose y el foro ha ido perdiendo actividad progresivamente hasta alcanzar niveles preocupantes para una comunidad. Es legítimo que la gente tome distancia cuando sus circunstancias y sus energías se lo exigen, esto está claro. Cuando una comunidad es fuerte, esto no debería ser mayor problema, puesto que otras personas pueden amortiguar la baja temporal. Sin embargo, sí es un gran problema cuando casi no queda nadie que invierta tiempo en dar vida a la comunidad. En Anartist, casi no queda nadie ni para administrar y mantener los servicios. Se ha convertido en un grupo de personas individuales que cada uno va en su dirección, muy lejos de ser una comunidad.
Personalmente, me he visto y sentido sólo teniendo que mantener más de diez servicios (porque sentía que si no era yo no lo haría nadie), responsabilizándome en solitario de las usuarias de dichos servicios, algunas de las cuales contribuyen con una cuota mensual. En algunos casos, he arrastrado problemas en servidores como pixelfed y el de video durante semanas, aunque parecía que a pocas personas les importara que no funcionaran correctamente. Tras horas intentando solucionar los problemas, esta situación me generaba una cierta ansiedad magnificada por el hecho que no sólo me afectaba a mi si no al resto de la comunidad. Cabe destacar que no soy informático de formación, soy biólogo y mi ocupación principal nada tiene que ver con gestionar servicios digitales. Quiero mencionar que algunas personas intentaron ayudar en la medida de sus capacidades, lo que me ayudó a no sentirme totalmente sólo. Es algo que agradezco mucho.
A nivel de sostenibilidad económica, hay que reconocer que se ha conseguido casi alcanzar con cuotas el coste del servidor, lo que es un gran logro. Sin embargo, no hay que olvidar que no hemos llegado a cubrir del todo los gastos y que no estamos valorando con esto el trabajo de mantenimiento (que si no se hace colectivamente, éste tiene su merecido precio).
A pesar de lo dicho anteriormente, Anartist me ha aportado mucho y estoy muy feliz de haber decidido embarcarme en ese proyecto. He aprendido muchísimo de informática, de instalar y gestionar servicios, de soberanía tecnológica. También he conocido personas maravillosas que espero mantener en mi vida. En general, creo que debemos aprender de lo vivido para mejorar en futuras aproximaciones a nuestros objetivos.
Un abrazo,
Marcel